Lo que debes saber sobre la libertad condicional

La libertad condicional es la última fase del cumplimiento de una condena, también conocida como «cuarto grado», suponiendo la salida en libertad hasta la finalización del total de la condena para el reo, siempre que no se incurra en otro delito o se incumplan las normas expuestas en cada caso. 

La toma de esta decisión recae sobre el juez de vigilancia penitenciaria, y es considerada un instrumento necesario para la consecución de los fines resocializadores de la pena privativa de libertad, y por tanto debería tener la categoría de derecho subjetivo del penado, aunque legalmente se considera como un beneficio, y tras adquirirse esta condición el preso libertado en ningún momento rompe la relación con la institución penitenciaria. 

 

¿Cómo se ejecuta la libertad condicional hoy en día?

Más allá del concepto anterior, la libertad condicional se ha transformado en un castigo menor a la reclusión en prisión.

Eso no quiere decir que el individuo pueda moverse libremente, sino que debe cumplir con un régimen de semipresencialidad, horarios de firmas u otras obligaciones que serán establecidas en su momento por el juez. 

 

Tipos de libertad condicional

Libertad condicional genérica

Es la libertad condicional que suele aplicarse a cualquiera que esté cumpliendo una pena en prisión. Para que el juez de vigilancia penitenciaria la considere, el penado debe cumplir algunos requisitos básicos, como por ejemplo estar clasificado en tercer grado, haber cumplido 3/4 partes de la condena, tener buena conducta y haber satisfecho la responsabilidad civil del delito.

Libertad condicional privilegiada

Es la libertad condicional que suele aplicarse a cualquiera que esté cumpliendo una pena en prisión, pero con algunas limitaciones, como estar clasificado en tercer grado, haber cumplido 2/3 de la condena, tener buena conducta y haber satisfecho la responsabilidad civil del delito. 

En mayores de 70 años

Es la libertad condicional que suele aplicarse a cualquiera que exhiba circunstancias como una edad mayor a los 70 años, pero sin obviar que el penado deberá estar clasificado en tercer grado y haber mostrado un pronóstico favorable de reinserción social que justifique el permitirle esta opción.

En enfermos

Es la libertad condicional que suele aplicarse a cualquiera que exhiba circunstancias como sufrir una enfermedad grave y/o incurable, que afecte la calidad de vida en los entornos carcelarios. Tendrá que presentar un informe médico que avale el peligro de la situación, y si bien no se exige que el diagnóstico sea severo ni mucho menos cercano a la agonía, el cuadro debe ser irreversible.

En extranjeros

Es la libertad condicional que suele aplicarse a cualquier extranjero que esté cumpliendo una pena en prisión y que acepte que el período correspondiente a la condicionalidad se cumpla en su país. Además, el juez debe recibir a una junta de tratamiento del establecimiento penitenciario que determine su grado de reinserción. Eventualmente, sólo la máxima autoridad del tribunal puede autorizar la condicional.

 

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