Cuando nos adentramos en el complejo mundo del Derecho Penal, una palabra que resuena con frecuencia es «fianza». Sin embargo, es crucial entender que este término abarca más de lo que aparenta, pues existen dos tipos de fianza que pueden ser requeridas en un proceso penal. A continuación, veremos las diferencias entre ambos tipos de fianza y su relevancia en el ámbito legal.
Fianza como garantía de libertad
Imaginemos a una persona acusada de un delito que aguarda el juicio entre rejas. Esta situación, conocida como «prisión provisional», busca asegurar que el acusado no escape ni interfiera con el curso de la investigación. Aquí es donde entra en juego la figura de la fianza como garantía de libertad.
En estos casos, el objetivo del abogado defensor es reemplazar la prisión provisional por la libertad provisional, permitiendo así que su cliente continúe con su vida mientras se desarrolla el proceso legal. Una herramienta para persuadir al juez de esta alternativa es ofrecer una fianza.
Esta fianza, que puede consistir en dinero o bienes de valor, se deposita en la cuenta del Juzgado. Si el acusado comparece en el juicio, la fianza se devuelve; sin embargo, si opta por la fuga, el Estado se apropia de ella. Es importante destacar que la cantidad de la fianza la determina el juez, teniendo en cuenta las circunstancias del caso y la capacidad económica del acusado.
Fianza ordinaria o de Responsabilidad Civil
Cuando un delito causa daños a la víctima, surge la responsabilidad civil derivada del delito. En este contexto, el juez puede ordenar al acusado que consigne una fianza para asegurar que, en caso de ser condenado, los daños sean indemnizados.
Esta fianza se destina a cubrir el valor de los daños más un porcentaje adicional. Si el acusado no cumple con este requerimiento, se procede con embargos sobre sus bienes y cuentas bancarias hasta alcanzar la cantidad establecida. Es importante subrayar que estos embargos son provisionales y sujetos a la sentencia final del juicio.
En resumen, aunque ambas formas de fianza comparten el objetivo de garantizar el cumplimiento de ciertas obligaciones legales, difieren en su propósito y aplicación. Mientras que la fianza como garantía de libertad busca asegurar la comparecencia del acusado al juicio, la fianza de responsabilidad civil busca proteger los intereses de la víctima.
Es fundamental comprender estas distinciones para navegar con éxito el complejo entramado del sistema legal español. En nuestro despacho de abogados penalistas en Madrid estamos comprometidos a brindar asesoramiento claro y efectivo en cada etapa del proceso penal, garantizando los derechos y la justicia de nuestros clientes.